PAPIS... ¡¡ATENCIÓN A SU VISTA!!
Como ya sabemos, los problemas visuales son una de las principales causas del bajo rendimiento escolar. Además, ¿sabías que este problema puede afectar también a su desarrollo motor y a su destreza en psicomotricidad fina?
Por ello, las personas que se encuentran habitualmente con los niños (padres, familiares, profesores, etc. ) deben estar muy atentas a su
comportamiento para detectar este problema cuanto antes, ya que su temparana
corrección evitará problemas en la escuela relacionados con el aprendizaje, la
concentración y la atención. A continuación, os proporcionamos algunas señales
que nos indican que el niño no ve bien.
1. Se pega mucho al texto. Cuando el niño tiene dificultades para ver de cerca, suele acercarse demasiado el libro o el papel para poder leer y distinguir la escritura.
2. Tiene los ojos rojos, le
escuecen o hace guiños constantes.
3. Carece de buen criterio a
la hora de elegir los colores. Si observamos que al pintar o colorear sus combinaciones
cromáticas son poco acertadas, quizás estemos ante un problema de
daltonismo.
4. Deja de prestar atención. Las dificultades visuales pueden hacer que el niño pierda el interés por la lectura, los juegos o las explicaciones porque se cansa.
5. Se pega mucho a la
pantalla de la televisión, del ordenador o del videojuego. Puede
ser debido a problemas visuales a media o corta distancia.
6. Adquiere posturas
viciadas al escribir. Estos malos hábitos posturales pueden indicar una
falta de agudeza visual y se adoptan de manera habitual e inconsciente para
tratar de enfocar y ver mejor. Estar atentos a estas señales es fundamental
tanto para los padres como para los educadores. En la fase de aprendizaje y muy
especialmente cuando los niños empiezan con la lectura y la escritura, sus
avances pueden verse muy penalizados por problemas de visión.
7. Se queja de que no ve bien
(la pizarra, la TV...).
8. Evita realizar actividades a la distancia
donde su visión no es buena.
9. Se queja de dolores de cabeza.
Los problemas
asociados a un defecto visual no corregido pueden ser refractivos o de
graduación, entre los que se incluyen la hipermetropía, el astignatisno y la
miopía. Estos
defectos representan el 20 por ciento de los casos en la edad escolar. Cuando
estos defectos visuales no están bien corregidos, derivan en otros problemas
como el ojo vago o la ambliopía y el estrabismo.
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